¿Te consideras jefe o líder? Puede que tu respuesta sea la segunda y puede que estés equivocado. A continuación, te explicaremos el por qué.

 

Un nuevo estilo de liderazgo: El must de todo directivo

 

Con la pandemia aprendimos a ver que el mundo se puede desmoronar en cuestión de días y, no solo eso, el actual conflicto de Ucrania está teniendo graves repercusiones económicas y laborales alrededor de todo el mundo.

El mundo está cambiando mucho más rápido que nosotros. Ante dicha premisa nos cuestionamos lo siguiente: ¿qué podemos hacer si ocupamos un puesto directivo?

 

Frente a esta situación, las empresas necesitan evolucionar y cambiar: no vale el tipo de jefe que delega y busca resultados vía apretar a sus trabajadores, se necesitan líderes diferentes, que escuchen y conozcan las necesidades de los equipos, que potencien la adaptación al cambio y que “bajen al barro”, comprendiendo los dolores del equipo.

¿Qué cualidades debe tener presentes un líder en la actualidad?

 

Después de leer lo anterior: ¿te sigues considerando un líder? ¿Qué cualidades son indispensables en estos “líderes” directivos? Sin duda, el liderazgo es una cualidad que se trabaja pero un buen líder debe poseer las siguientes características:

– Empatía: a veces los datos no lo son todo y hay que prestarle mayor atención a las emociones de los trabajadores. ¿Qué harías tú como persona si te tocase vivir esa situación por la que está atravesando el trabajador? ¿De qué manera le afecta emocionalmente?

– Escucha: la escucha activa es una de las claves en las cualidades de un líder. Es importante que los trabajadores se sientan escuchados. Acciones como respetar los tiempos, no interrumpir, ni meter presión o prisa, hará que pases de ser un “directivo” a ser parte del equipo. Y no solo es limitarse al mero “lenguaje verbal” sino que la expresión corporal, gestos, silencios son clave a la hora de gestionar un equipo.

– Consideración: aunque creamos que conocemos el significado de esta palabra, lo cierto es que puede tener tres tipos de visión muy parecidos entre sí.

El primero de todos, es que es una “reflexión” en el sentido que es el paso previo a formular una opinión acerca de un tema. Lo segundo, sería “ser precavido con lo que se dice”. Por último, se trata de “evaluar” la opinión de la otra persona y que ésta reciba retroalimentación. Un verdadero líder debe saber conocer y utilizar técnicas, como puede ser el “feedback wrap” que le permitan dar a sus equipos opiniones constructivas y estructuradas.

 

La demanda de líderes en la actualidad es clara: es imprescindible que inspiren, conecten y formen equipo. Saben aterrizar la estrategia que sigue la empresa y poner foco en su equipo, siempre con el cliente en el centro.

 

Las personas: El valor olvidado por las empresas.

Resulta extraño ver que las empresas u organizaciones que atraviesan un proceso de transformación, se centran principalmente en cambiar los procesos y estrategias, teniendo en cuenta los resultados y dejando la gestión de las personas en último lugar. Mejorar las soft skills y cambiar la cultura de la empresa es lo más importante en una transformación. Casi ninguna empresa empieza por aquí (y es lo más valorado -y complicado- para un verdadero líder de la transformación).

Que las organizaciones con estructuras horizontales rompan con lo tradicional es hoy en día un must. Promover una cultura ágil, que dé respuesta a los cambios y que promueva la diversidad, es clave para traer nuevas visiones e ideas a las organizaciones. Sin tener miedo a los cambios en la estructura interna de la empresa, a tener líderes multidisciplinares y apoyar modelos flexibles. Desde que el teletrabajo se ha asentado, ha dejado al descubierto muchas ineficiencias, dejando atrás los “calienta sillas” y malos trabajadores. El teletrabajo te evalúa por el trabajo que ejerces realmente y no por delegar tareas en otros o generar crispaciones dentro de la oficina.

 

Por tanto, te vuelvo a hacer la misma pregunta: ¿eres un verdadero líder de la transformación?